Categoría: Vino Blanco

Alacena de la Vega pone a disposición de sus clientes una amplia gama de vinos blancos artesanos y de calidad gourmet para que puedan ser disfrutados por nuestros clientes. Se trata de vinos producidos con recetas de toda la vida y por ello muy apreciados.
Resultan muy útiles tanta en la mesa, donde realzan el sabor del pescado, del marisco (unas centollos con una albariño de calidad son algo que no se olvida) y de la carne blanca. También se puede usar para acompañar de quesos, para aperitivos y para acompañar postres. Es también muy útil a la hora de cocinar, usándose como ingredientes en muchas recetas de toda la vida, como platos de carnes blancas, pescados o mariscos (como este tipo platos siempre les viene bien un poco de buen vino blanco), también hay que mencionar el risotto italiano entre los platos que llevan vino blanco. Todo esto hace al vino blanco un excelente regalo, ya sea para alguien apreciado o para nosotros mismos.

¿Pero que es el vino blanco?
El vino blanco es aquel cuyo color es una tonalidad de amarillo pajizo, amarillo verdoso o amarillo oro. Las uvas de las que se extrae se les denominas blancas (aunque no son blancos, son de color verde o amarillo) de una gran numero de variedades y cepas. Esto hecho, unido a que el vino blanco es una de las bebidas alcohólicas más antiguas (más de 2500 años, que sepa y que se pueda probar), hace que existan una gran variedad de vinos blancos. Por ello y para poder diferenciarlos, los vinos blancos se categorizan según una serie de criterios. Los tres principales criterios son, Por su contenido en azúcar (secos, semisecos o dulces), por su corpulencia (ligeros, amplios o concentrados) y por último, por su edad (Jóvenes o de guarda).
Además, el vino blanco es un producto peculiar, se puede extraer de todo tipo de uvas. El vino suele tener una graduación alcohólica más baja situada entre 12 y 13º. Se recomienda una temperatura de servicio de entre 7°C y 9 °C.
Por otro lado, el vino posee ácido fenólico, una sustancia que actúa beneficiosamente sobre las células cerebrales. La revitalización de estos tejidos no se debe solo al consumo del vino, pero sí está demostrada su acción beneficiosa. Esto contribuye a ralentizar los efectos de enfermedades que atacan a estas células y su funcionamiento conjunto.